La política de todos los días
El candidato de a $6,000.00
30 de mayo de 2011
En pleno ejercicio de cicnismo disfrazado de democratismo, el secretario de los $6,000, Ernesto Cordero, el día jueves 26 de 2011 se “destapó” como candidato a la presidencia para dar continuidad a lo que él llama “diez años de logros y avances”.
Nunca en la historia del PRI, a pesar de que su líder indiscutible y primer mandatario mexicano imponía como “candidato” a la silla presidencial a su más fiel colaborador, y cada cual con su estilo particular de destapar al “tapado”, ninguno de los presidentes fue tan descarado (o tan ingenuo) como para respaldar a “su gallo” como lo ha hecho Felipe Calderón el pasado 13 de mayo en su otoñal discurso al frente de poco más de 1,800 de sus funcionarios, a quienes con telenovelesca sensiblería, apoyado en fecha y palabras de un discurso crucial para la historia (no sólo de Gran Bretaña, sino del planeta, por el peso de esta nación en el juego de las guerras en el mundo occidental), el de Winston Churchill, en una comilonga fina y con una logística que creó un ambiente idóneo para la manipulación, compra de conciencias o el “convencimiento libre”, intentó hacerles partícipes de la difusión no solamente de “lo que estamos haciendo” (¡!) sino de apoyar a su gallo para sucederle en el puesto de indignamente detenta.
El secretario de Hacienda decide lanzarse de lleno a la contienda por el poder presidencial, no por la presidencia, entiéndase bien, dando al mismo tiempo un mensaje a los poderes que dirigen la política económica del país, diciéndoles: Yo soy la continuidad, conmigo no deben preocuparse, la política que me han odenado imponer en Hacienda o la que me ordenen imponer al pueblo de México la aplicaré aún en contra de la voluntad ciudadana, de lo antipopular que resulte o de las quejas masivas o de las caricaturas que creen de mi persona, que yo, como buen soldado de esta dictadura en ciernes haré que se vista de democrática y justa por obra y gracia de los medios manipulativos y con el apoyo incondicional de la zozobra que mi jefe se ha encargado de implantar en todos los rincones del país que ustedes desean, agachado, sumiso, temeroso, analfabeta, ignorante, pero conmovido por el dolor ajeno y admirado por la solidaridad y buena voluntad de la Socedad Civil Organizada y las fundaciones “caritativas”.
The “Six Thousand Pesos Candidato” ha iniciado su sorda e indigna campaña proselitista, con la anuencia y todo el respaldo de Felipe Calderón, lo que avisora una serie de imposiciones al interior del PAN, que vendrían acompañadas por ofrecimiento de plazas, contratos, negocios, o lo que sea necesario “pactar” para que la continuidad perdure y así juntos alcanzar “la victoria de México sobre quienes pretenden detener su desarrollo, su paz y su justicia” (según palabras pronunciadas a sus colaboradores en la citada reunión).
¿Será que necesita tomar ventaja sobre sus correligionarios y posicionar en el mercado su marca propia para hacerle competencia a la marca Televisa y a la vez contrarrestar el crecimiento de la red “Morena”?
Entró por la puerta trasera, ha perdido el control del gobierno, es consciente que su popularidad está en números rojos, pero sabe manejar los hilos del poder y buscará por todos los medios desestabilzar a la opinión pública para ganar como el mejor pescador en río revuelto… Ojalá no resulte cierta la hipótesis que maneja el diputado federal Gerardo Fernández Noroña, que sería capaz de provocar una catástrofe político-económica-social y así poder convocar a un estado de excepción para imponer el control del poder por el ejército, más o menos como en estos últimos días lo ha intentado en el estado de Michoacán.
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