Somos variantes de una misma sinfonía,
la misma tonada, diferente melodía.
Somos los mismos que hace millones de años,
un hombre y una mujer que se atraen,
se gustan, hacen el amor, procrean,
lo demás, puro misterio.
Más allá de eso, todo es confusión
clerical, cientificista,
clasista, culturosa
y filigrana estilística.
Animales salvajes
devenimos salvajes animales
domesticados, unos más,
otros peores,
amansados en libertad,
de libre albedrío atenuados,
por mecanismos modernos
autocontrolados
de lenguaje, de consignas,
discursos visuales
y mentiras a medias.
Imágenes, miedos y consejos
para no sufrir, tampoco para ser felices
vida paliativo de la muerte.
Sofisticadísimos remakes
del principio de Pavlov.